Un grupo de productores de Anisacate formó parte del evento que llevó adelante el Ministerio de Agricultura de la Nación en Tecnópolis. La participación, tuvo que ver con la Secretaría de Agricultura Familiar Campesina e Indígena, delegación Córdoba (SAFCI), organismo que los sumó a través de los técnicos de territorio; entre ellos, Rosendo Ríos, quien es además, concejal del bloque oficial del municipio de Anisacate.
“Están muy contentos, porque este tipo de oportunidades los visibiliza, los ayuda mucho a extender sus redes de producción”, resaltó Ríos; quien agregó que la participación, además se logró “por el gran apoyo del municipio de Anisacate, que fue quien puso el medio de transporte para que lleguen hasta Córdoba”.
En el evento, hubo dos integrantes de la Cooperativa La Loma, que produce huevos, pollos, hortalizas y dulces, y tres de la escuela ambiental del municipio, “del vivero, que está produciendo plantas nativas. Fueron cinco representando los pequeños productores de la zona”, agregó el profesional.
Es importante resaltar que el encuentro puso al alcance del consumidor los productos directos desde el mar, la granja, la huerta sin intermediarios. Se trató de un encuentro federal que tuvo todo tipo de puestos con diferentes productos de distintas partes del país. Según el censo de 2018, en el país hay 250.000 unidades productivas dedicadas a este tipo de agricultura con capacidad de abastecer de comida saludable y nutritiva. En el censo anterior de 2002, eran 333.500 los productores artesanales. Es decir que en la última década se perdieron casi 84.000 productores, que se trasladan del campo a la ciudad.
Por todo esto, desde el Ministerio de Agricultura apuntan a facilitar el acceso del productor a la tierra como punto de partida para darle entidad a la agricultura familiar y hacer más atractivo este proyecto rural de vida. Otro dato fundamental, además, es que esta cartera está a punto de reglamentar la Ley de reparación histórica de la Agricultura familiar para la reconstrucción de una nueva realidad. Esta ley declara de interés público a la agricultura familiar, campesina e indígena «por su contribución a la seguridad y soberanía alimentaria del pueblo» y promueve beneficios impositivos progresivos y un régimen previsional especial para los agricultores y agricultoras familiares.