En una jornada que invitaba al festejo se llevaron adelante los festejos de carnaval en el Rincón Criollo.
En la segunda edición de “Carnaval Libre de Enojos”, buscando recuperar la impronta de esta festividad en años pasados, se propone una jornada que concentro juegos de agua, expresiones artísticas y cierre con música en vivo, recordando los “corsos” y bailes vividos en épocas pasadas.
Desde las 15 hs. el predio ubicado sobre la ruta 5, fue el espacio donde vecinos corrían con baldes, bombitas de agua y pomos buscando mojar a cualquiera de los presentes y exponiéndose a ser víctima de alguna refrescada ocasional.
Cuando el sol comenzó a recostarse sobre las sierras, el artista Raúl Soria coordino la concreción de un mural en unos de los muros que el Rincón Criollo tiene en su perímetro. Todos los vecinos pudieron participar, dejando plasmado el recuerdo del carnaval en una pintura que acompañara a los feriantes todo el año.
En el momento que la noche se hizo presente, se encendieron las luces del escenario principal, recibiendo a la murga Los Peques, realizando una pasada por todo el predio con participantes de todas las edades. Luego tuvo su momento Mandale Chicharron con su estilo de murga porteña y Toqueloqué a puto candombe, ambos con integrantes de todo el Valle de Paravachasca.
El cierre lo tuvo a cargo la murga TUNGA TUNGA, uniendo el estilo uruguayo con nuestro cuarteto, entrelazando letras humorísticas, atravesando el costumbrismo y actualidad.
Segundo año del carnaval “libre de enojos” con masiva concurrencia y empieza a perfilarse como un clásico no solo de Anisacate sino de todo el Valle.